Sobre Movimientos sociales

Los movimientos sociales en la configuración del espacio político
y la definición de democracias alternativas [1]
Angie Paola Villamil
Introducción
Mi objetivo central en esta relatoría es presentar las perspectivas de los autores Dagnino Evelina, Grueso Libia, Rosero Carlos, Escobar Arturo y mi invitado Wallerstein Immanuel frente al aporte de los movimientos sociales en la configuración del espacio político  y la propuesta por democracias alternativas; este proceso se lleva a cabo, a través de movilizaciones sociales, protestas, y propuestas alternativas de ciudadanía y democracia, también se dará la discusión frente los cambios teórico-políticos que ha tenido la relación entre cultura y política en la izquierda latinoamericana. Lo anterior esta mediado por un proceso que Wallerstein denominó el giro cultural lo cual contribuye a un análisis teórico, político diferente  y en la práctica ha permitido el ingreso de nuevas preguntas y de nuevos actores en el escenario de las luchas sociales.
Las propuestas teóricas de los autores son: analizar los movimientos sociales como actores  que han logrado transformar sus  agendas en políticas públicas, ampliar las fronteras de la política institucional y lo más significativo han luchado por otorgar nuevos significados y representaciones de la ciudadanía, la participación política y a la democracia (Escobar, Álvarez y Dagnino 2001, p.18)   lo anterior, es de mi interés ya que presenta el papel protagónico de los movimientos sociales en nuevas concepciones y prácticas sociales que como lo propone Wallerstein (2008),  son revolucionarias, reta a los poderes dominantes y los deslegitima,  proponen poner el mundo de cabeza y muestran una gran creatividad popular (pag.8).  Sin desconocer otras miradas[2] frente a los movimientos sociales, me inclinó por esta ya que rescata el valor de la acción colectiva como fuente de transformación e inspiración para la búsqueda de nuevas posibilidades.
Esta mirada se desarrollara, primero caracterizando los cambios teóricos y políticos en la izquierda, segundo visibilizar las propuestas de los movimientos sociales de América Latina y México frente a la ciudadanía y la participación  y por último presentaremos movimiento negro e indígena de la costa pacífica colombiana.
1. Cambios  teóricos y políticos en la izquierda
La relación entre cultura y política en la izquierda latinoamericana ha estado marcada por un papel subordinado y generalmente representado en el imaginario colectivo como algo negativo, ya que la problemática cultural no ha sido visibilizado ni ha jugado un papel fundamental en el debate teórico y político, Dagnino E. et al. (2001) plantean que “El marco conceptual predominante en el análisis de las relaciones entre cultura y política se subordina, hasta la modulación provocada por la  renovación, a premisas básicas derivadas del Marxismo, (pág. 53), desde el Marxismo se plantea la relación entre infraestructura y superestructura, la determinación de la superestructura por parte de la infraestructura económica y la concepción del campo de las ideas como la imagen invertida de la realidad lo que conforma la ideología, (Dagnino E. et al., 2001, pag 53, citando a Williams. R. 1977).
La renovación teórico política de la izquierda que tanto Dagnino E. et al. (2001) plantea que se dio después de 1970 y  Wallerstein I. (2008), la ubica con el denominado Giro Cultural en 1968, esta renovación se encuentra mediada por la presencia como referente analítico y practico de los movimientos sociales. Por lo tanto, se plantearán desde estos autores cuáles han sido los cambios sustanciales de la izquierda latinoamericana que le han permitido llegar a la renovación y han permitido el surgimiento de movimientos como los  que referenciaremos en el trabajo escritural que aquí nos convoca.
La ideología como matriz de análisis desde el Marxismo, considera la cultura (popular) como alienación, falsa conciencia y la mistificación, es así como el ámbito de lo cultural fue visto por la izquierda latinoamericana como negativa, desde dos vertientes una que le negaba cualquier posibilidad de dinámica propia frente a lo económico y por otro lado como un obstáculo frente al desarrollo social, ya que era entendida como falsa conciencia Dagnino E. et al. (2001). Este concepto tuvo preeminencia durante muchos años en el análisis social.
Esta visión consideraba la cultura como un obstáculo para la transformación social,  por tanto se enseñaba a las masas la importancia del “verdadero conocimiento” y la “conciencia de clase”, esta debía ser enseñada por unos  intelectuales, la vanguardia y el partido quienes eran los depositarios del conocimiento y la verdad. (Dagnino E. et al., 2001, pág. 54),  relación entre cultura y política vista a través de la teoría de la ideología, mostraba a la cultura como negativa y presentaba la cultura como mera determinación del campo económico, esta mirada fue  predominante en los estudios culturales y dentro de la izquierda latinoamericana,  otro paradigma desde el cual se estudia las relaciones sociales, es la relación entre política y Estado, para lo cual, el estado era considerado como “condensación de relaciones de poder y como lugar específico de la dominación en la sociedad” (Dagnino E. et al., 2001, pág. 54), desde lo anterior, el Estado es visto como el lugar  y objetivo para la trasformación social y la luchas por el poder.
Un viraje teórico se vivió en el estudio de las ciencias sociales en América Latina con los aportes de Antoni Gramsci, ya que propuso un nuevo y alternativo conjunto de conceptos para el análisis social  y para un cambio de posición de la relación entre cultura y política como lo afirma:  Dagnino E. et al. (2001) “Para gran número de los intelectuales de izquierda, las ideas de Gramsci llegaron a integrar un nuevo y diverso conjunto de referencias teórico-políticas en desarrollo” (p.p. 55), desde esta mirada se desplazaba el análisis desde el determinismo económico, y se plantea la existencia de la relación equivalente entre fuerzas materiales y elementos culturales. Y desde su propuesta del concepto de hegemonía (el poder no es entendido como una institución o cosa, sino como una relación de fuerzas), donde se piensa que la política es parte constitutiva de la cultura y de transformación social, es decir, se presenta un cambio de perspectiva,  la revolución no se entiende como una manera de apoderarse del Estado sino, como la manera de construcción de una nueva hegemonía a partir de una reforma moral e intelectual y donde las visiones sobre el papel de la cultura son positivas. (Dagnino E. et al. 2001).
Otro aporte de Gramsci, fue la comprensión de la sociedad civil como escenario de lucha política, trasladando de lugar la lucha, que antes se entendía estaba en el Estado, es así como  Dagnino E. et al. 2001, p.p. 57 (citando el Informe presentado a la Decimoséptima Conferencia de los Ejércitos Americanos 1987) Afirma: “Para Gramsci, el método no era la toma revolucionaria del poder sino la subversión cultural de la sociedad como paso inmediato para alcanzar el poder de manera progresiva, pacífica y permanente”, y como resorte las derrotas a la lucha armada de la izquierda latinoamericana influyeron en el regreso a la lucha desde el contexto democrático donde la sociedad civil[3] juega un papel fundamental para el proyecto de la izquierda latinoamericana.

Por último, Immanuel Wallerstein, plantea un análisis general del origen de la protesta social y las formas de resistencia frente al dominio o hegemonía de algunos, es así como plantea “La historia de la humanidad (…) ha sido la historia de la lucha entre las clases sociales y concomitantemente la historia de las diferentes formas y figuras diversas de la  protesta social (Wallerstein,   2008; p. 7 y 8), desde este analiza los  movimientos antisistémicos y la izquierda  durante 1848 y 1968 ( revoluciones europeas y  año en donde nacen los nuevos movimientos Antisistemicos que se gestaron  en México, América Latina y el mundo después del giro cultural  de 1968, especialmente en América Latina estos movimientos representan un frente de vanguardia, pero el principal logro, para los movimientos Antisistemicos y para la izquierda, es otra manera de entender las realidades y a partir de otras categorías de análisis que permitieron ampliar el espacio de participación para otros actores. Como las mujeres, los indígenas, los negros y los campesinos (Wallerstein, I , 2008)
Wallerstein, I  (2008) define Los movimientos Antisistémicos como los que persiguen destruir radicalmente el sistema social vigente, para sustituirlo por uno alternativo y diferente. (pág. 12), caracteriza estos dos momentos de la izquierda, y su influencia en los movimientos sociales[4].
Desde esta perspectiva surge el cuestionamiento acerca de la existencia en Colombia o no de movimientos sociales que tenga como objetivo la transformación del poder instituido, que busquen un mundo nuevo y que se organicen desde estructuras horizontales.
2. Propuestas alternativas de ciudadanía en los Movimientos Sociales en América Latina y México
Los movimientos sociales presentan una perspectiva crítica y de resistencia frente a las formas de democracia representativa, asamblearia y el papel de los representantes o líderes,  que se consideró la única opción posible durante muchos años, basta con recordar que hasta inicios de la década de 1970 como lo menciona Zibechi (2003) la izquierda y los movimientos sociales estaban organizados en estructuras piramidales y jerarquizadas entre  dirigentes y la base. Tenían como objetivo la toma del poder del Estado, para cambiar las relaciones de propiedad,  Dándole predominancia a la clase obrera como único actor (pág. 67), sin embargo con la crisis desatada a finales de la década del setenta lleva a los movimientos sociales a replantear su lucha frente a los sectores dominantes, ya que estaban reproduciendo el modelo hegemónico imperante.
Los partidos políticos y los sindicatos no logran satisfacer la necesidad de los subordinados, marginados y explotados de ser escuchados, es así que surge una alternativa “los movimientos sociales se caracterizan por operar a partir de las contradicciones estructurales (…) se trata de acciones colectivas que ponen en cuestión la injusticia del sistema social vigente a través de la politización del espacio público” (Gluz, 2003: 26), el lugar de la lucha ya no es el Estado, ahora es el barrio, la calle, el parque la plaza pública , la fábrica y la escuela.
Es decir, se plantean otras maneras de democracia desde la organización comunitaria; los movimientos sociales, dejan una fuerte impronta acerca del rescate de la comunidad como lugar de encuentro entre distintos actores y saberes, que permiten potenciar las acciones a partir de la solidaridad, la coordinación, la responsabilidad, compromiso, ejemplo de: horizontalidad en las relaciones, inclusión de otros actores y potencia colectiva[5], rescate de los valores y tradiciones de los pueblos. Donde como lo señalan los Zapatista ¡se manda obedeciendo!, si el sentido de la democracia ha cambiado, el de ciudadano también, lo referencia  Pineiro (2004) “para el Movimiento Sin Tierra la reforma agraria es mucho más que la conquista de la tierra: es la conquista de la ciudadanía, y uno de los derechos fundamentales de la ciudadanía es el derecho a la educación” (pág. 86). Este nuevo escenario de la democracia exige un tipo de ciudadano diferente.


  1. La propuesta alternativa de ciudadano
Dentro de los movimientos sociales se evidencia que la propuesta  gira en torno a la formación de sujetos políticos comprometidos y participes de las luchas vividas, por lo tanto, tienen un gran interés en la formación de  los dirigentes y sus bases, ya que el ejercicio del liderazgo lo pueden tener todos; dentro de la organización comunitaria de los nuevos movimientos sociales la representación va encaminada hacia la construcción de sujeto político, ya que sus líderes rotan, y esto no es una decisión individual  o de unos cuantos, sino del consenso de la comunidad. Esta estrategia además de evitar la concentración del poder, hace que todos estén en capacidad de decidir. Claro está que este aspecto está más marcado  en las comunidades indígenas y campesinas de Bolivia  en donde según Zibechi (2007, p.p. 50) “la representación no es optativa  sino un deber que se presta a la comunidad”, otros autores definen al ciudadano como un militante que posee ciertas características para Gluz (2003) el capital es:
 “un capital que se adquiere y valoriza en el campo político (…) son aprendizajes que se adquieren en el propio ejercicio militante, de allí la apuesta por educar más allá de los muros de la escuela y más allá del capital, a concebir  los escenarios cotidianos de lucha y organización social como propiamente educativos” (p.28).
La participación de los integrantes está relacionada con la posibilidad de acceso a los “capitales”[6], por su compromiso con la comunidad, con el sentido de lo colectivo, por la comprensión de la realidad vivida  y por la autonomía frente a los poderes dominantes; este militante tiene una nueva concepción de lo público arraigado en su ideario  sobre el derecho a la tierra, al agua, al trabajo, a la autodeterminación de los pueblos y a la defensa de la universidad pública.
El Movimiento Sin Tierra de Brasil es un ejemplo de esta construcción, que desde su propuesta de formación del sujeto Sem Terra,  construye  un sujeto cultural, de ahí que sus formas de actuación producen y reproducen su estilo de vida, recuperan y consolidan sus valores y sus formas de relacionarse (Vasconcelos citando a Caldart, 2001, Pág. 135), permite entender la articulación del sujeto con, el territorio, con los otros, y con la experiencia que se da en la lucha, en la comunidad, en la asamblea, en la escuela y frente al poder.
Otra mirada del capital militante  que los movimientos sociales han transformado o cuestionado; es la del  intelectual que quiere hablar desde afuera, con posturas de sabio e imponiendo formas de dominación simbólica, ese debate desde los estudios culturales lo presentó Hall (2010),  cuando se cuestiona acerca de la posición del intelectual en la construcción de conocimientos y específicamente en los estudios culturales, se pregunta por la posición institucional y la práctica intelectual; desde este lugar retoma los postulados de Gramsci acerca de la labor del intelectual “saber más que los intelectuales tradicionales”, conocer el fenómeno desde afuera y no generarse cuestionamientos, por otro lado “el intelectual orgánico no se puede absolver  de la responsabilidad de la trasmisión de esas ideas, ese conocimiento a través de la función intelectual”(pág. 56). Esas es una de las preocupaciones de los movimientos sociales formar a sus militantes, para que conozcan el fenómeno, y lo transformen. Que se cuestionen sobre el por qué, y generen propuestas de un mundo nuevo, más equilibrado y justo.
Esta es una de las grandes riquezas de los nuevos movimientos sociales, sus militantes que son mujeres, campesinos indígenas, negros, profesores, jóvenes, abuelos y todos los que se sientan comprometidos con las luchas de los subalternos.


3. Lucha de las comunidades negras de la costa pacífica de Colombia
Es importante y significativo el rescate que los autores (Grueso L, Rosero C. y Escobar A), hacen del movimiento de las comunidades negras de la región sureña de las costa pacífica de Colombia,  por el reconocimiento político y cultural, sin embargo caen en la postura de considerar que el reconocimiento jurídico y legal de los territorios a las comunidades negras es efectivo desde su consideración en la constitución de Colombia de 1991.
Desde lo anterior, se plantean que las comunidades en la costa pacífica de Colombia  han logrado la construcción de identidades étnicas colectivas y derechos sobre el territorio, que se dan en el marco de dos coyunturas especiales[7], lo que para los autores representa la irrupción de los cultural y lo étnico como proyecto del Estado para construir una “sociedad pluriétnica y multicultural” (Grueso L, Rosero C. y Escobar A, 2001, p. 235)  es así como proponen que los movimientos negros e indígenas discuten la modernidad eurocolombiana y desde estos movimientos sociales se establecen políticas culturales que resiste la cultura política dominante o tradicional.[8]
En el capítulo es central el papel que se le da a la Constitución de 1991 como el “fin de la invisibilidad de las culturas negras” (Grueso et al., 2001, p. 237),  además de la coyuntura global (discurso del interés en la conservación de la biodiversidad) que posiciona la región pacífica como rica en recursos y fuente de vida, la reforma constitucional es vista como la transformación del proyecto de nación dominante y homogeneizador que pervivió desde la república.
En el posicionamiento público del tema de las comunidades negras antes de la Asamblea Nacional Constituyente- ANC y durante la petición de reglamentar el Artículo Transitorio 55 de la Constitución Política de Colombia; que se materializó en la ley 70 de 1993, en esta lucha se encontraron posturas que deslegitimaban las demandas de reconocimiento territorial y derechos étnicos de las comunidades negras (desde los partidos tradicionales, hasta la izquierda); en este escenario surgen varias organizaciones como lo fueron la Coordinadora Nacional de Comunidades Negras – CNCN y posteriormente con el propósito de avanzar en la construcción de la ley que reglamentaba el AT55, se constituyó el Proceso de Comunidades Negras- PCN, éstas organizaciones consideraban el territorio como condición fundamental de supervivencia[9] y de construcción de su cultura.
  1. Propuestas del Proceso de Comunidades Negras- PCN en torno a lo cultural y étnico
Después de la reglamentación del AT55 con la ley 70 de 1993, se empiezan a dar varios encuentros de las comunidades negras, que promovían la unificación del movimiento y la definición de los principios que contenían tanto su propuesta  de lo cultural, de lo étnico y su percepción del territorio, parafraseando a Grueso et al., (2001):
  1. Reafirmación de la identidad (el derecho a ser negros).
  2. El derecho al territorio (el derecho a un espacio donde ser).
  3.  Autonomía (el derecho al ejercicio de ser-identidad).
  4. Construcción de una perspectiva de futuro autónoma.
  5. Declaración de solidaridad (p. 244 y245).
Estas manifestaciones de sus necesidades, experiencias y posturas frente a lo político, cultural, ambiental y étnico, configuraron la propuesta del PCN,  posicionó a la organización frente a las instituciones las lógicas tradicionales de los partidos políticos y como el mayor de  los logros el movimiento de las comunidades negras construyó un tipo de identidad étnica:

“Para Hall, la construcción de la identidad étnica implica negociaciones culturales, económicas y políticas que se caracterizan por un cierto carácter “doble”. Por una parte, se piensa la identidad como algo arraigado en prácticas culturales compartidas (…). Por otra parte, la identidad se considera en términos de las diferencias creadas por la historia (…) (Grueso et al. citando a Hall,  2001, p. 250).

Conclusiones

Los virajes teóricos que han vivido las ciencias sociales y en consonancia la izquierda latinoamericana; ha estado marcado por la irrupción de nuevos actores en el escenario político y cultural. Es así, que los movimientos sociales entre ellos el movimiento feminista y el indígena han entrado a cuestionar la centralidad de la clase obrera, en la definición de lo político y cultural. Cabe señalar en el campo teórico el aporte de Gramsci  en la reconfiguración de la relación entre cultura y política.

Por otro lado, los movimientos sociales en América Latina como lo menciona Wallestein (2008), se han convertido en frente de vanguardia para la lucha antisistémica mundial, y son ejemplo de la capacidad de la comunidad de transformar las relaciones impuestas por el modelo económico  imperante, y proponer maneras diferentes de concebir y practicar la democracia y la ciudadanía.

En relación con el capítulo del movimiento social de las comunidades negras de la costa pacífica de Colombia, me cuestionó acerca de la mirada legalista y romántica que los autores presentan frente al papel de “La  Reforma Constitución de 1991 y  el fin de la invisibilidad de las culturas negras” (Grueso et al., 2001, p. 237).  ¿Desde qué lugar se plantea el fin de la invisibilidad de las comunidades negras?, en la práctica ¿Cuáles son los derechos de los que efectivamente gozan las comunidades negras?.

Bibliografía
Hall, Stuart (2010). “Estudios culturales  y sus legados teóricos”. En: Sin garantías. Trayectorias y problemáticas en estudios culturales.  Popayán-­ Lima-­Quito: Envión Editores-­IEP-­Instituto Pensar-­Universidad Andina Simón Bolívar, pp.  51-­72 Disponible         en: http://perio.unlp.edu.ar/catedras/system/files/stuart_hall_-­_sin_garantias.pdf
           
Harnecker, M. (2002). Sin Tierra. Construyendo Movimiento Social. Madrid, España: Siglo XXI.
Piñeiro, Diego (2004). Construyendo la hegemonía: El Movimiento de los Sin Tierra en Brasil, págs. 61- 110. En: En busca de la Identidad. La acción colectiva en los conflictos agrarios de América Latina. Clacso. Buenos Aires.
Vasconcelos, M. D. (2001). El movimiento de los trabajadores rurales sin tierra en el marco de la educación liberadora. Valladolid, España : Tesis de Grado, U de Valladolid, Doctorado.
Wallerstein, I. (2008).Historia y dilemas de los movimientos anti-sistémicos. Bogotá: Desde Abajo.

Zibechi, R. (2003). Los movimientos sociales latinoamericanos: tendencias y desafíos:. OSAL Observatorio Social de América Latina- Clacso, 185-188.

Escobar, Arturo; Álvarez, Sonia; Dagnino, Evelina. (2001). Lo cultural y lo político en los movimientos sociales latinoamericanos. En: Política cultural y Cultura Política: Una nueva mirada sobre los movimientos sociales latinoamericanos. Bogotá: Taurus. pp. 17-48.

Dagnino, Evelina. (2001). Cultura, ciudadanía y democracia: los discursos y prácticas cambiantes de la izquierda latinoamericana. En: Escobar, Arturo; Álvarez, Sonia; Dagnino, Evelina (2001) pp. 51-85.                                 
Gruesso, L.; Rosero, C.; Escobar, A. (2001). El proceso de organización de comunidades negras en la región sureña de la costa pacífica de Colombia. En: Escobar, Arturo; Álvarez, Sonia; Dagnino, Evelina (2001). pp. 235-260.
Anexo No. 1
Mov. Antisistémicos Pre 68
Mov. Antisistémicos Post 68
Emergencia de la Rev. Francesa 1789, Rev. Europeas 1848, hasta 1968. Los Movimientos Mantuvieron rasgos fundamentales.
1968 es el comienzo de la crisis terminal del capitalismo y crisis de toda posible forma clasista de organización. Ya no definen la centralidad de una clase social, incluyen muchos actores.
Movimientos socialistas: Centro y la semiperisferia del sistema- mundo, impugnaban la relación capital –trabajo. Luchan por la abolición del capital y  del sistema  capitalista.
Relación se invertirá, los centros intentan imitar los movimientos. Antisistémicos de la periferia. América Latina tiene  ejemplos de vanguardia como: Neozapatistas- México, Sin Tierra- Brasil, Piqueteros- Argentina, la comuna El Alto-Bolivia y la Conale-Ecuador).
Movimientos de liberación nacional: periferia del sistema- mundo, cuestionaron las relaciones entre centro y periferia, lucharán contra la dependencia económica por la independencia política,  Cultural y social.
Lucha por lo cultural, social, étnico, sexual, lo ambiental y la identidad, (se amplió, el escenario y surgieron otros actores). El sujeto actor de los movimientos sociales se ha multiplicado, pluralizado y diversificado.
Lugar común: el actor central la clase obrera (Industrial), estructura organizacional piramidal y jerarquizada (relación entre líder y base) y el desarrollo de una izquierda dogmática y manualesca (reformista y prosistémica)
Negar radicalmente la organización Jerárquica y piramidal, por una horizontal, laza y desconcentrada. Ejm. Confederaciones, red de redes.
Relaciones líder-base: compañeros, lideres colectivos y rotativos.
Surgen nuevas izquierdas
Fuente: Elaboración propia,  a partir de la lectura del texto Historia y dilemas de los movimientos antisistémicos.






[1] Relatoría presentada en el seminario de investigación común Estudios Culturales y Educación. Aportes a la investigación en Educación, dirigido por el profesor José Gabriel Cristancho Altuzarra en la Maestría en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional (Bogotá, junio 6 de 2015).
[2] Otras miradas que consideran que los movimientos sociales son promotores del desorden social, de la falta de control del Estado.
[3] Se plantea como una sociedad heterogénea y contradictoria, que no corresponde con la oposición al Estado maligno mistificado.
[4] Ver cuadro Anexo No. 1
[5] Según Zibechi, la potencia se relaciona con las relaciones humanas, con las relaciones que hombres y mujeres establecen entre sí y con los demás.
[6] Los capitales están relacionados con el conocimiento de la historia de la lucha, con la capacidad de cooperación, con los lazos que se tejen en comunidad etc.
[7] Las razones presentadas por los autores;  Una que es nacional marcada por dos hechos (apertura económica 1990 y la reforma  de la constitución de 1991) y en el ámbito internacional es la consideración de la costa pacífica colombiana  como área de conservación de la diversidad biológica del mundo.
[8] Para comprender la diferencia entre cultura política y política cultural ver relatoría del 25 de mayo de 2015,  compañero Mauricio Riaño Alba, pág. 3.
[9] Los autores manifiestan  se centró en las prácticas cotidianas y en la lógica del rio

61 comentarios:

  1. Hola buenas tardes compañeros, me preguntaba si es a través de este cuadro de comentarios que vamos a llevar a cabo el ejercicio propuesto por el profesor José Gabriel. :). Alguno de ustedes podría por favor confirmarme esta info?. Gracias

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  2. Si compañera es en este espacio donde se desarrollara la discusión.

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  3. Compañeros, pues les propongo que si les parece le demos unos minutos más a nuestra compañero Stella para que publique y si no lo logra (porque creo que algunos tienen dificultad para publicar) pues iniciamos nosotros y que ella se integre más tardecito, qué opinan ;)?

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  4. Me parece bien, les parece si esperamos hasta las 6 y 10?

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  5. buenas tardes a todos y todas.
    es fundamental acotar que los movimientos populares en América latina han pasado por transformaciones vitales en su interior, entre las que sobresalen el cambio de lo armamentista a lo cultural no con esto diciendo que lo insurgente a nivel armamentista no obtuvo resultados (caso cubano, salvadoreño, mexicano), pero en la posmodernidad es clave la transformación orientada hacia el ámbito de lo cultural. es en este aspecto en el que se centran mis preguntas; ¿cual es el papel del cuerpo (corporeidad) en la configuración de subjetividades políticas que permitan la reconfiguracion de la cultura dominante?. sin desconocer la dinámica de la cultura en América latina ¿como se tej ese nuevo contrato social necesario para el desarrollo horizontal de las nuevas culturas?
    muchas gracias. DARWIN ANDRES MARTINEZ

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    1. Ese ha sido el viraje que ha vivido la izquierda y los movimientos sociales en América Latina, un traslado de los objetivos del Estado a la sociedad civil, de querer la toma del poder del Estado a entender que el poder esta en la sociedad civil. En relación a la segunda pregunta, la propuesta es regresar a formas organizativas comunitarias y solidarias, que consideren las voces de los múltiples actores, Esas han sido las propuestas de movimientos sociales en América Latina (EZLN, MST, Los Aimaras y los piqueteros).
      Angie Villamil

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  6. disculpen por adelantarme, pero no vi los comentarios hasta que publique el mio.
    de nuevo disculpen.

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    1. BUENAS NOCHES COMPAÑEROS Y DOCENTE.

      Con relación a su pregunta cómo se teje el nuevo contrato social? Expreso mi reflexión personal. No se puede pensar en un contrato social, pues, este concepto en si refleja todo el pensamiento liberal que sustenta la democracia moderna, que se centra en el reconocimiento de un individuo que necesita del Estado y lo legitima desde un contrato social, para garantizar su convivencia. Pensar en un desarrollo horizontal de las nuevas culturas, como en el caso de los movimientos sociales expuestos en las lecturas; estas, no se valen, ni legitiman necesariamente el Estado para su reconocimiento, sino por el contrario es el Estado, quien tiene que reconocerlos a partir de sus luchas.

      Por ese lado se enfoca mis preguntas
      Teniendo en cuenta lo planteado por Pineiro” (2004) “si el sentido de la democracia ha cambiado, el de ciudadano también” Y aprovechando que fue mencionado por la compañera Angie Paola en su relatoría.
      Difiero de esto, en la medida que no es que la democracia ha cambiado, de hecho yo plantearía que entro en crisis, y esto refleja la crisis de las políticas liberales que la sustentan; pues, la democracia se convirtió en un juego o mejor proceso de exclusión e inclusión, totalmente diferente al pensamiento liberal democrático de homogenización. Además lo relaciono con el ejemplo de la luchas de las comunidades negras del pacifico en Colombia, que alcanzaron su mayor fuerza como movimiento étnico, desde el reconocimiento de los derechos adquiridos con la constitución política del 91 y las posteriores leyes en el 93.
      En esa medida mi pregunta se relaciona ¿es el objetivo de los movimientos sociales hoy en día, una lucha por la inclusión, desde el reconocimiento de la diferencia, por qué? Aquí cabe preguntar entonces ¿cuál es el nuevo concepto de democracia?
      Sandra Jerez Tarazona

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    2. Dado que ninguno de los compañeros hizo alusión a tu interesante pregunta me permito asumirla de la siguiente manera: por un lado, la cuestión de la democracia moderna y del Estado Liberal hay que entenderlo de la mano de la configuración del capitalismo; los tres nodos se tejen en virtud de un hilo, a saber, los principios del mercado; en ese sentido, la democracia podría pensarse tanto como un modo como distintos sectores sociales pueden acceder al ejercicio del poder pero también el modo como puede posibilitarse que el mercado sea parte de ese ejercicio y de ese acceso. Esto en el s. XVIII y XIX, asunto que pareció eclipsarse en el s. XX dadas las tensiones, las crisis ecnómicas, las guerras mundiales y la Guerra Fría, que obligaron a poner en el centro del debate político la democracia. Cuando estos procesos terminan y el Primer mundo asegura su hegemonía, el capitalismo reorganiza sus fuerzas de ahí que la democracia deja de ser el centro de la agenda para reconfigurarse de tal modo que el eje de referencia sean las fuerzas del mercado.

      Pero también por la caída del muro de Berlín y por la agenda cultural, la disputa política se descentra de la lucha de clases o de la búsqueda de la abolición de la propiedad privada, para visibilizar la cantidad de procesos de exclusión de orden cultural (que no sólo económicos), que pocas veces habían tenido la visibilidad: género y raza serán algunas de ellas; por eso la reivindicación de la ciudadanía y de la inclusión tiene marcados acentos y en últimas pretenden ir más allá de la democracia en setnido liberal. El nuevo concepto de democracia prácticamente está por configurar o estamos en ese proceso de configuración.

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  7. 1. En el texto “El proceso de organización de comunidades negras en la región sureña de la costa pacífica de Colombia” de Libia Grueso, Carlos Rosero y Arturo Escobar, los autores se refieren al “territorio” como uno de los principios de los movimientos de comunidades negras, en lo que el “territorio” se “concibe como un espacio fundamnetal y multidimensional para la creación y re-creación de los valores y prácticas sociales, económicos y culturales de las comunidades. La defensa del territorio es, por tanto, asumida dentro de una perspectiva histórica que une el pasado con el futuro (p. 255). ¿Cómo puede y en que medida ser apropiada en las instituciones educativas esta noción de “territorio”? y sí, además, se entiende que “la defensa del “territorio” “implica la defensa de un complejo patrón de relaciones sociales y construcciones culturales […] e implica la creación de un nuevo sentido de pertenencia vinculado a la construcción política de un proyecto de vida colectivo y una nueva definición de las relaciones con la sociedad dominante” (p.256-257). ¿Cuáles serían las transformaciones que se estiman necesarias para integrar estas nociones de “territorio” en los ámbitos escolares? ¿Cuáles los desafíos a los que nos veríamos enfrentados?.

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  8. Hola, también publiqué mi pregunta sin ver la publicación del compañero. Yo diría que abordemos entonces primero su pregunta, si les parece¡

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  9. Bien, entiendo por una lado que el cuerpo es considerado como cultura, quizás una producción cultural? no se... un producto cultural?. Si es así, el cuerpo como "dispositivo" vivo de la memoria creo que juega un papel crucial en la producción de la subjetividad. En especial por eso... por se portador de la memoria.

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    1. un excelente punto: el cuerpo, la corporeidad, la sensibilidad son cosntrucciones culturales; por lo mismo, también son lugares de disputa y ejercicio por el poder y por ello la necesidad de problematizar esas relaciones y esas construcciones... esto reitera la idea de que no sólo el Estado es el lugar político y de lucha.

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  10. ahora bien, quizás no sea transformador en sentido estricto de la "cultura dominante" porque un modo en el que él mismo resiste es configurar otros espacios en los que sea posible generar otras dinámicas que permitan interlocuciones de otros actores que han estado al margen de los grandes metarrelatos.

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  11. En cuanto a la pregunta de Etna considero: El territorio en los movimientos sociales, es tomado como un lugar de agenciamiento, de tal forma, que el anclaje territorial es el que permite el desarrollo de la construcción colectiva. En las instituciones educativas se deberían resignificar los territorios de acuerdo al sentido social dado por la comunidad, creando espacios de interacción y construcción colectiva. De esta forma los usos y prácticas sobre el territorio se vería establecida por la comunidad y no por entes externos.

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    1. Mi pregunta:
      En el texto se cita a Gramsci "la construcción hegemónica requiere el logro de una unidad cultural y social a través de la cual una multiplicidad de voluntades dispersas y con metas heterogéneas se funde en un único propósito, sobre la base de una concepción del mundo igual y común" (Dagnino, 2001, p63). ¿Cómo podríamos trasladar esta concepción constructiva hegemónica al contexto de nuestro país, especialmente en la costa pacifica, donde las concepciones de mundo igual y común difieren de lo establecido por las ciudades centro?

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    2. Hola consideró que en las instituciones educativas por lo menos en Bogotá, el primer territorio del cual se puede trabajar es el barrio, buscando establecer su historia, problemáticas, necesidades. Re significando el concepto de comunidad.
      Grueso, L. Rosero, C. & Escobar, A. Plantean que Enfrentados a presiones nacionales e internacionales relacionadas con la biodiversidad (...),las comunidades negras organizadas se están preparando para una lucha estratégica y desigual por mantener el control sobre el único y último espacio territorial sobre el cual ejercen una influencia cultural y social significativa. (P,256) ¿en esta lucha estratégica puede considerarse como una acción estratégica el agencia miento de una "red de movimientos sociales"?,

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    3. En realidad creo que se trataría más bien de un ejercicio de contextualización en el que se le pregunte a las comunidades incluso si ellas desean hacer parte de esos intereses "heterogéneos". El texto de Dadnino, el que tu citas, incluso hace una reflexión interesante al respecto, me parece a mi, cuando dice: "La mayor parte de las élites negras de la costa pacífica, de hecho, no han tomado bien la ley 70, no sólo porque sienten que la ley los trata como "indios", sino también porque en ningún caso quieren ser señalados como minorías éticas" (p.250-251).

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    4. Pues mi pregunta va dirigida si las comunidades negras al unírse en redes de movimientos sociales, conseguirían que sus discursos, practicas y exigencias circulen de manera capilar en escenarios institucionales y culturales más amplios,

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  12. diria que la noción de territorio esta íntimamente relacionada con las apropiaciones cultures que se realizan como diria Gabriel Garcia M "desde la cuna hasta la tumba", en este sentido esa apropiación debiera iniciarse en primera instancia en el seno familiar (sin desconocer que estamos en un pais que tiene el desplazamiento forzoso naturalizado lo cual genera avatares en ese sentido de pertenencia por el territorio) lo cual generaría en la escuela una suerte de afianzamiento de dicha pertenencia a través de múltiples estrategias (las artes, la movilización social, etc) en este sentido el primer desafió seria pensar una educación no solo consciente del conflicto (visto desde la barrera) sino actriz fundamental del mismo y en esta medida pensarse una educación para el post conflicto y las secuelas del mismo. (¿habrá reforma agraria? ¿se lograr la re-distribución de la tierra? ¿que papel ocuparan las clases populares en la nueva cultura lograda?)

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  13. Claro, de eso se trataría.
    Movilizaciones agenciadas desde el territorio por las mismas comunidades de saber.

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  14. Cordial saludo, inicio por intentar contestar la pregunta de Etna Castaño
    La discusión acerca del territorio ha sufrido un gran remesón especialmente en el contexto de las grandes ciudades, debido al acceso a las nuevas tecnologías comunicativas, ya no se piensa en un territorio solo desde los espacios físicos sino desde los vínculos (relaciones) que posibilitan los espacios virtuales, ya que no es necesario estar en una determinada región para conocer sobre sus particularidades (cultura, política, economía y hasta el clima), en ese orden de ideas pensaría que los retos de las instituciones educativas estarían inicialmente en pensar cómo se constituye la territorialidad en la actualidad y en resignificar identificación de los cultural desde ese eje.
    Y planteo mi pregunta Según Gruesso, L.; Rosero, C.; Escobar, A. (2001). “La identidad se ve por tanto de ambas maneras: como un ancla de prácticas y formas de conocimiento tradicionales y como un proyecto siempre cambiante de construcción política y cultural. De esta manera, el movimiento se construye sobre las redes sumergidas de prácticas y significados culturales de las comunidades ribereñas y sobre su construcción activa de ver el mundo” pp 250. A partir de esta afirmación es importante pensar en el contexto tan marcado de globalización en el que vivimos en la actualidad ¿qué condiciones de posibilidad deben darse para mantener vivas identidades culturales propias de una región o etnia, a un más en una nación como la nuestra en la que el Estado está en procura de llevar a las regiones más apartadas herramientas tecnológicas que le permitan interactuar con el resto del mundo y de una u otra forma asimilar, hibridar o transformar esta identidades colectivas de un grupo en específico?
    MARLEN ADRIANA SIERRA RUIZ

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    1. Hola Adriana, pienso que uno entre los muchos elementos que se deben tener en cuenta para mantener vivas esas identidades culturales, es agenciar procesos permitan pon un lado preservar las narrativas que surgen dentro de estas regiones o etnias y por otro lado, concientizar desde la escuela la importancia que tiene el ser diferentes y únicos respecto a otras regiones. Isabel Barbosa

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    2. Como lo demuestra el texto, la lucha de las comunidades negras del pacifico Colombiano, se ha caracterizado por resistir formas de dominación y explotación históricas, sin embargo esa experiencia ha permitido la emergencia de formas organizativas como lo fue el Proceso de Comunidades Negras y la coordinadora, lo cual evidencia formas de resistencia y de construcción de identidad colectiva que se han construido históricamente y desde su lucha por ser reconocidos; el sentido de lo compartido, (territorio, música, sus tradiciones), son producciones sociales, es por tanto que consideró que los efectos de la intervención del Estado a través de herramientas tecnológicas no tendrá mayores efectos en sus procesos de construcción colectiva, ya que lo contrario seria usar el determinismo tecnológico.

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  15. Mi pregunta si se quiere está pensada desde la noción de "territorio simbólico", pues como menciona el compañero Darwin la complejidad del fenómeno de desplazamiento nos obliga e interpela ha enunciarnos desde otros órdenes.

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  16. Lo siento no alcance a ver la respuesta que había dado Darwin

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  17. Me parece que la pregunta de Adriana es sumamente compleja, pues si revisamos el texto de Dagnino es posible encontrar que incluso las mismas comunidades, para el caso las negras, no logran ponerse de acuerdo prevaleciendo entre ellas un estado de tensión que den cuenta de múltiples intereses y perspectivas acerca de lo que determina identitariamente a un grupo social.

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    1. Y esto no es exclusivo de las comunidades negras sino de todo grupo humano en cuyo interior se dan disputas y se van configurando hegemonías.

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  18. Jajajaja, no importa. Está chevere que respondamos incluso a las mismas preguntas, estamos explorando las posibilidades de estas mediaciones. ;)

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  19. Además en qué sentido podríamos incluso configurar la categoría "preservación". Esta en la actualidad se ha prestado solo para una vez más hacer que ciertas cosas se conserven en la memoria oficial.

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  20. retomar la cita que realizan los autores del tectónicas con el análisis desarrollado por Stuart Hall se señala” (pg. 249-250) la construcción de la identidad étnica implica negociaciones culturales, económicas y políticas que se caracterizan por un cierto carácter doble. Por una parte se piensa en la identidad como algo arraigado en prácticas culturales compartidas, un cierto ser colectivo…Por otra parte la identidad se considera en términos de las diferencias creadas por la historia …reconoce los diálogos de poder y resistencia.

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  21. 2. Para el análisis de las implicaciones que tienen prácticas culturales, junto con los medios de producción que se entrelazan en la sociedad, es posible establecer este vínculo con las nociones de territorio que los movimientos de comunidades negras han desarrollado “Mediante su apropiación del territorio y su afirmación cultural, los movimientos sociales buscan resistir la embestida del desarrollo y el capital en su región” (pg. 236)

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  22. ¿Cómo se podría pensar en prácticas educativas que tengan un referente coherente con estas otras nociones de mundo que implicarían no pensar en desarrollo desde el neoliberalismo impuesto en el país? ¿Cuáles serían sus implicaciones en el sector educativo?

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  23. citando a Gramsci por Clovis Rossi , en el informe presentado a la Decimoséptima Conferencia de los Ejercicitos Americanos en Mar de Plata (1987), se añadía: “para Gramsci, el método no era la toma revolucionaria del poder sino la subversión cultural de la sociedad como paso inmediato para alcanzar el poder de manera progresiva, pacífica y permanente.”(pg. 57).
    Siguiendo el texto mencionado anteriormente y al analizar los procesos desarrollados en Colombia con la entrega de las Armas de grupos armados como el M19 en 1991, y la propuestas culturales desarrolladas por la Unión Patriótica en la década de los 80´s, ¿se podría pensar que la izquierda en Colombia planteo en ese periodo histórico la intención de establecer una forma alternativa de construcción de una nueva hegemonía y una nueva visión de mundo? ¿Qué implicaciones tendrían la formación de sujetos políticos en la escuela tras la búsqueda de una nueva hegemonía que se pudiese proponer en este escenario?

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    1. El M19, fue una movimiento que en sus repertorios incluyó acciones eminentemente simbólicas y de construcción de una política cultural especifica, como lo fue la toma del canton norte, el robo de la espada de Bolívar, y la consideración de alternativas democráticas (diferentes a los partidos tradicionales) que representaran los intereses de las clases populares. (Campaña a la presidencia de Pizarro), sin embargo considero que al inicio de la incursión del movimiento el interés si era la toma del Estado, pero que sus estrategias cambiaron. No se plantearon el propósito de romper con el sistema vigente (Antisistemico), aunque si generaron grandes tensiones con la cultura política dominante (liberales.-conservadores).

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    2. Pienso que en el caso del M-19 sus prácticas políticas se fueron configurando de manera creativa y a su vez subversivas y dieron un giro dentro del pensamiento de la lucha de clases, para efectivamente ir constituyendo desde el planteamiento de Gramsci una toma del poder progresiva y pacifica; pero es así mismo importante resaltar el caso del Quintin Lame, guerrilla indígena, que hizo parte también de los acuerdos de paz de comienzos de los 90s. Este movimiento guerrillero no centraba su lucha en el aspecto militar y armado, sino que también generaba proceso de resistencia social, movilización de la cosmovisión indígena, reivindicación de la identidad cultural y de la tierra, a través de acciones culturales y políticas concretas. Esta guerrilla posterior al proceso de dejación de armas, inicia su camino como movimiento social y político, ejemplo de ello es la Alianza Social indígena, que posteriormente paso a llamarse Alianza Social Independiente, buscando con ella ser una alternativa a los modelos imperantes y creando alternativas políticas y culturales. Edwin Ordóñez

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  24. pienso que la escuela cumple un papel fundamental en cuanto a la visibilizacion de esas otras nociones de mundo, de hecho en Bogotá seria relevante que nuestras prácticas pedagogicas estuvieran inscritas en una lógica multicultural, que contribuyan a deconstruir esas miradas totalizantes que a veces existen del mundo y que impiden ver la existencia de múltiples territorios, culturas, formas de producción, de participación, de sentido de comunidad. Isabel

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  25. citando a Gramsci por Clovis Rossi , en el informe presentado a la Decimoséptima Conferencia de los Ejercicitos Americanos en Mar de Plata (1987), se añadía: “para Gramsci, el método no era la toma revolucionaria del poder sino la subversión cultural de la sociedad como paso inmediato para alcanzar el poder de manera progresiva, pacífica y permanente.”(pg. 57).
    Siguiendo el texto mencionado anteriormente y al analizar los procesos desarrollados en Colombia con la entrega de las Armas de grupos armados como el M19 en 1991, y la propuestas culturales desarrolladas por la Unión Patriótica en la década de los 80´s, ¿se podría pensar que la izquierda en Colombia planteo en ese periodo histórico la intención de establecer una forma alternativa de construcción de una nueva hegemonía y una nueva visión de mundo? ¿Qué implicaciones tendrían la formación de sujetos políticos en la escuela tras la búsqueda de una nueva hegemonía que se pudiese proponer en este escenario?

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  26. citando a Gramsci por Clovis Rossi , en el informe presentado a la Decimoséptima Conferencia de los Ejercicitos Americanos en Mar de Plata (1987), se añadía: “para Gramsci, el método no era la toma revolucionaria del poder sino la subversión cultural de la sociedad como paso inmediato para alcanzar el poder de manera progresiva, pacífica y permanente.”(pg. 57).
    Siguiendo el texto mencionado anteriormente y al analizar los procesos desarrollados en Colombia con la entrega de las Armas de grupos armados como el M19 en 1991, y la propuestas culturales desarrolladas por la Unión Patriótica en la década de los 80´s, ¿se podría pensar que la izquierda en Colombia planteo en ese periodo histórico la intención de establecer una forma alternativa de construcción de una nueva hegemonía y una nueva visión de mundo? ¿Qué implicaciones tendrían la formación de sujetos políticos en la escuela tras la búsqueda de una nueva hegemonía que se pudiese proponer en este escenario?

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  27. citando a Gramsci por Clovis Rossi , en el informe presentado a la Decimoséptima Conferencia de los Ejercicitos Americanos en Mar de Plata (1987), se añadía: “para Gramsci, el método no era la toma revolucionaria del poder sino la subversión cultural de la sociedad como paso inmediato para alcanzar el poder de manera progresiva, pacífica y permanente.”(pg. 57).
    Siguiendo el texto mencionado anteriormente y al analizar los procesos desarrollados en Colombia con la entrega de las Armas de grupos armados como el M19 en 1991, y la propuestas culturales desarrolladas por la Unión Patriótica en la década de los 80´s, ¿se podría pensar que la izquierda en Colombia planteo en ese periodo histórico la intención de establecer una forma alternativa de construcción de una nueva hegemonía y una nueva visión de mundo? ¿Qué implicaciones tendrían la formación de sujetos políticos en la escuela tras la búsqueda de una nueva hegemonía que se pudiese proponer en este escenario?

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  28. citando a Gramsci por Clovis Rossi , en el informe presentado a la Decimoséptima Conferencia de los Ejercicitos Americanos en Mar de Plata (1987), se añadía: “para Gramsci, el método no era la toma revolucionaria del poder sino la subversión cultural de la sociedad como paso inmediato para alcanzar el poder de manera progresiva, pacífica y permanente.”(pg. 57).
    Siguiendo el texto mencionado anteriormente y al analizar los procesos desarrollados en Colombia con la entrega de las Armas de grupos armados como el M19 en 1991, y la propuestas culturales desarrolladas por la Unión Patriótica en la década de los 80´s, ¿se podría pensar que la izquierda en Colombia planteo en ese periodo histórico la intención de establecer una forma alternativa de construcción de una nueva hegemonía y una nueva visión de mundo? ¿Qué implicaciones tendrían la formación de sujetos políticos en la escuela tras la búsqueda de una nueva hegemonía que se pudiese proponer en este escenario?

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  29. citando a Gramsci por Clovis Rossi , en el informe presentado a la Decimoséptima Conferencia de los Ejercicitos Americanos en Mar de Plata (1987), se añadía: “para Gramsci, el método no era la toma revolucionaria del poder sino la subversión cultural de la sociedad como paso inmediato para alcanzar el poder de manera progresiva, pacífica y permanente.”(pg. 57).
    Siguiendo el texto mencionado anteriormente y al analizar los procesos desarrollados en Colombia con la entrega de las Armas de grupos armados como el M19 en 1991, y la propuestas culturales desarrolladas por la Unión Patriótica en la década de los 80´s, ¿se podría pensar que la izquierda en Colombia planteo en ese periodo histórico la intención de establecer una forma alternativa de construcción de una nueva hegemonía y una nueva visión de mundo? ¿Qué implicaciones tendrían la formación de sujetos políticos en la escuela tras la búsqueda de una nueva hegemonía que se pudiese proponer en este escenario?

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    1. Es evidente que los movimientos sociales en este caso los de izquierda son producto de un grupo social inconforme con las políticas del Estado (economía neo liberal, vulneración de derechos, desigualdades sociales, la oligarquía en el poder). sin embargo la oposición no ha logrado ofrecer una alternativa política con la cual se identifiquen los grupos sociales populares. A pesar de ello, movimientos como los que nombra el compañero Manuel Alejandro, el M19 y la UP son el reflejo del ideal reformista en búsqueda de nuevas alternativas dirigidas a la reivindicación popular y claro que la intención de construir una nueva hegemonía existió, existe y existirá. La lucha y pugna entre poderes es una linea en común de la historia del mundo. El análisis y comprensión de estas practicas es una de las intenciones de los estudios culturales. En la segunda pregunta referente a la formación de sujetos políticos en la escuela tras la búsqueda de una nueva hegemonía,seria importante replantear como la escuela también funciona bajo modelos hegemónicos de dominación, este contexto determina a los sujetos, quizás muchos siendo pasivos frente a la interpretación y comprensión del mundo y pocos con una visión mas critica pero invisivilizados (como la asociación nacional de estudiantes de secundaria A.N.D.E.S y la organización de estudiantes O.D.E). Según Gramsci el papel del sistema educativo burgués tradicional es el de crear intelectuales orgánicos provenientes de la burguesía y extraer de las clases subordinadas intelectuales adicionales para proporcionar homogeneidad cultural fuera de la escuela estatal. En este orden de ideas así es como se configuran los sujetos en lo político en el campo de la escuela acotando que no es el único escenario que esta implícito en este proceso.
      SOLANGELA IBAÑEZ

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    2. Al pensar en lo cultural y lo político en los movimientos sociales latinoamericanos, además de la lucha y la resistencia, es importante incluir la necesaria transgresión de uno o varios ordenes sociales en los que quizá muchos estén de acuerdo pero que en la práctica no aportan para el verdadero cuidado del sujeto y de los colectivos. La alternativa política de la que habla Solangela no puede seguir siendo la aportada por un líder o grupo "Héroe", pues en las prácticas cotidianas somos cada uno de nosotros quienes replicamos o no un sistema del que solemos quejarnos. Quizá aporte el recuerdo acerca de que las condiciones de posibilidad (...) no se hallan en el objeto sino en el sujeto... o mejor aún, que la adecuada relación entre sujeto y objeto puede dar frutos de transgresión pertinentes y necesarios para las sociedades. Ya desde el espíritu de la Política cultural y la cultura política se nos ha invitado a pensar en el futuro de las sociedades latinoamericanas... pero que bueno que pensar en ello no signifique naturalizar que la hegemonía ha existido y seguirá existiendo, pues en ese caso el orden social estaría destinado a padecer la exclusión y la segregación... Otro orden es posible, otro mundo es posible; uno donde las luchas políticas relacionadas con las prácticas sociales y culturales son fundamentales, pero para ello es importante reconocer que los estudios culturales no han otorgado la suficiente importancia a los movimientos sociales como agentes vitales de la producción cultural (Escbar, p 20). Y en vista de que en ocasiones nos dejamos llevar sobre todo, por las erradas orientaciones del consumo y las relaciones mometarias inequitativas, quiero preguntar ¿En qué sentido la globalización y el proyecto económico neoliberal han afectado las políticas culturales de los movimientos sociales?

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    3. Frente a la pregunta de Gustavo, ¿En qué sentido la globalización y el proyecto económico neoliberal han afectado las políticas culturales de los movimientos sociales?, es evidente que si ha existido unas afectaciones concretas de parte de la globalización y el neoliberalismo, ya que ellas consideran a los movimientos sociales una amenaza latente y una crítica puntual de sus propias practicas económicas, políticas y sociales. Retomando un poco el tema de la hegemonía y las tensiones y luchas disputadas dentro de la sociedad el neoliberalismo y la globalización han buscado impartirse como hegemonía absoluta, como único modelo, invisibilizando de manera directa todas aquellas alternativas sociales existentes, su interés es seguir fundamentado su estatus quo silenciando y creando dinámicas políticas y culturales que permitan el no conocimiento y reconstrucción de otras maneras de vivir y experimentar el mundo; el control de los medios de comunicación, así como el control de los medios económicos les permiten propagar su propuesta por donde se desee. Elemento del cual no gozan los movimientos culturales, quienes deben resistir a esos silenciamientos forzados y la no movilización de sus ideales a través de canales fluidos. La afectación es clara y concreta. Edwin Ordóñez

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  30. ¿Cómo se podría pensar en prácticas educativas que tengan un referente coherente con estas otras nociones de mundo que implicarían no pensar en desarrollo desde el neoliberalismo impuesto en el país? ¿Cuáles serían sus implicaciones en el sector educativo?

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  31. ¿Cómo se podría pensar en prácticas educativas que tengan un referente coherente con estas otras nociones de mundo que implicarían no pensar en desarrollo desde el neoliberalismo impuesto en el país? ¿Cuáles serían sus implicaciones en el sector educativo?

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  32. Stella Ruiz A

    Con tu relatoría se despejaron dudas que tenía en mi trabajo final, respecto a la influencia que ejerció el planteamiento de Gramsci en gran parte de la izquierda latinoamericana. con respecto a este texto formule dos preguntas, pero la que más me produjo inquietud y que tiene relación con el cuestionamiento de Manuel Arevalo Vasquez:

    Según Grueso et al (2001. P. 258) Para las organizaciones étnico/culturales, el desarrollo debe guiarse mediante principios derivados de los derechos y aspiraciones de las comunidades locales y debe buscar la afirmación de las culturas y la protección del medio ambiente.

    ¿Qué propuesta educativa podría agenciarse para coadyudar en las necesidades e intereses de las organizaciones étnico/culturales de Colombia?

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    1. Esta pregunta fue realizada po : Stella Ruiz A, Solicito le colaborará presentándola; ya que tuvo un problema.

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    2. El reconocimiento de la memoria histórica de los pueblos, etnias y comunidades que históricamente han sido ignoradas en Colombia, no en función de añorar o evocar un pasado, o en recabar en el dolor y sufrimiento de estos, sino más bien de pensarse como posibilidad de futuro, en el cual los cambios culturales sean en pro de consolidar la autonomía de su propia cultura y subjetividades.
      Teniendo en cuenta esto es posible preguntarse ¿cómo realizar procesos de transformación mediante el ejercicio de la memoria colectiva de las comunidades, asumiendo las luchas de los afrodescendientes, las mujeres, los homosexuales y otros como posibilidad de entender el presente y construir creativamente el futuro?
      Cordialmente,
      Ricardo Murcia Roncancio

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    4. En lo que plantea Ricardo, pero también en otras intervenciones se pueden encontrar elementos para responder a la interesante pregunta de Stella; quizás, la propuesta educativa implique un elemento central: que el maestro sea intelectual orgánico que posibilite que en la escuela o en otros escenarios se conozca, se estudie y se investigue a fondo los movimientos sociales para aprender de sus experiencias, de sus alcances y limitaciones.

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  33. 4. La apertura económica y el neoliberalismo han abierto las puertas al mercado internacional. Las multinacionales han puesto sus ojos en el pacifico colombiano por sus recursos naturales mineros y forestales y por su posición geográfica que facilita el comercio con los países del pacifico. Los movimientos sociales que surgen en este contexto de las negritudes buscan el reconocimiento de los derechos étnicos y territoriales y el cumplimiento y protección que les otorga la constitución política de Colombia de 1991. Sin embargo es claro la diferencia de intereses políticos, económicos y ambientales que generan una constante tensión en la cultura política de los elementos constitutivos que los definen. ¿De qué forma se pueden reducir las tensiones entre la política cultural y la cultura política presente en la región del pacifico?

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  34. Resulta interesante reconocer los diversos caminos que han constituido los movimientos sociales y las prácticas culturales que han desarrollado para ser una alternativa puntual. La concepción Gransciana de alcanzar el poder de manera progresiva, pacífica y permanente, invita a la consolidación de proyectos pensados y planteados desde otros horizontes de comprensión que estimulen la creatividad y la visión de proyecto; así mismo se puede evidenciar que esta propuesta es fruto de un trabajo consiente de un sujeto que asume la posición de “intelectual orgánico” y de investigador cultural que articula teoría y praxis. Me gustaría plantear mi pregunta desde el escenario escolar, ¿Cuáles son los aportes que se pueden rescatar de los movimientos sociales y que contribuyan a la formación de la subjetividad política y de una nueva ciudadanía, alternativa y realmente activa y participativa? Edwin Ordóñez

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    1. En tu comentario está parte de la respuesta, en la medida en que los movimientos sociales son nodos que posibilitan procesos de formación política, procesos de configuración de subjetividades y nuevas ciudadanías que incluyen teoría y práctica. Al menos, esta sería la hipótesis que habría que falsear o validar por medio de investigaciones que analicen detalladamente a los movimientos sociales.

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  35. Queridas y queridos estudiantes:

    Ha sido muy enriquecedor el debate que todos han realizado en torno al documento por este medio. Aunque no se logró la secuencialidad que suponía, si todos releen los comentarios, podrán notar que hay valiosos elementos de análisis sobre los movimientos sociales.

    Como podrán ver, he hecho algunos comentarios puntuales a algunas intervenciones; no obstante deseo concluir este espacio (o darle una nueva apertura) con unas perspectivas:

    Destaco el juicioso trabajo de Angie con su relatoría; entre los elementos nodales que ella logró mostrar deseo enfatizar en el desplazamiento de la lucha de clases (reivindicación económica) hacia otras reivindicaciones de índole cultural, en las que la raza, el género y otras juegan un papel central. Del mismo modo, cómo el Estado deja de verse como el lugar exclusivo del ejercicio del poder y de lo político y la casa, el barrio y la escuela empiezan a ser vistos como otros lugares para analizar el ejercicio del poder y disputar por él.

    Este elemento es clave también para comprender el giro que la misma oposición política de las izquierdas tendría que pensar: aunque ellas mismas se organizaban partidariamente con dos elementos (la estructura jerárquica y las cuotas clientelares), las necesidades contemporáneas las obligan a girar a estructuras en red, y horizontales; una pregunta clave es de qué manera la izquierda colombiana ha logrado moverse de este esquema tradicional y cuáles han sido las tensiones y disputas internas, así como sus relaciones con los movimientos sociales. Esta pregutna es sustancial, dado que las cuotas burocráticas y el clietnelismo ha jugado un papel central en la configuración de al cultura política colombiana.

    Con respecto al cuestionamiento que Angie realiza respecto a la visión romántica de los autores frente a la constitución de 1991, difiero en el sentido de que a mi modo d ver el propósito de los autores es lograr contextualizar cuáles fueron los factores políticos que hicieron posible que la agenda estatal aceptara como legítimas las reivindicaciones de poblaciones tradicionalmente segregadas; por eso, los autores también cuestionan que el mismo sistema político y la organización de partidos mantuvieron dinámicas tradicionales de las cuales los movimientos sociales han tenido que escapar o frente a las que han tenido que luchar.

    Finalmente, me parece clave que todos prestemos atención a cómo algunos de los textos de los estudios culturales están en el fondo del debate: Gramsci y sus categorías de intelectual orgánico y hegemonía; Williams con su reivindicación de lo cultural como campo de disputa y ejercicio del poder; y Hall con sus análisis sobre la raza como un elemento que exige la renovación de las discusiones y agendas que el marxismo había impuesto; todos ellos a la luz de las discusiones en torno a base y superestructura, materia y cultura, ideología y conciencia de clase, que son muy bien abordados por Angie y que recuerdan nuestras primeras sesiones cuando iniciábamos buscando comprender las distancias que los estudios culturales tuvieron que establecer frente a cierto marxismo economicista y tradicional.

    Es en esta clave que los movimientos sociales adquieren una importancia sustancial como objeto de estudio y trabajo sociocultural para pensar las reconfiguraciones de lo político en la época contemporánea y como horizonte para pensar la educación y la cultura política en el contexto colombiano y también global.

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